2012/12/04

Iosu, mándale alguna cosa a “esta chica” que no le mandas nada, mándale algo bonito.



Esta frase podría formar parte de cualquiera de los videos que las y los jóvenes de nuestros pueblos están actualmente realizando para participar en la campaña “Beldur Barik” organizada por Emakunde contra la violencia machista ejercida sobre las mujeres. Violencia, que como todos sabemos es tanto física como moral siendo ésta última mucho más sutil, más difícil de reconocer y por tanto con mayor capacidad para seguir perpetuando a la mujer en los roles que le ha asignado la sociedad patriarcal, sea capitalista o no.
El emisor del mensaje ha despersonalizado a la protagonista de nuestra historia y en esa despersonalización se genera una identidad de género que trasmite el mensaje a todas las “chicas”. Quien dice esta frase en un tono totalmente paternalista sabe lo que quieren las mujeres, lo que nos gusta, “algo bonito”, como no podía ser menos. Es lo que esta sociedad patriarcal tiene reservado a las mujeres, las cosas bonitas, las cosas del sentimiento, las cosas del corazón. La segunda interpretación de dicho mensaje nos dice que “algo bonito” es lo que se supone que espera una mujer de un hombre, figura en este caso totalmente identificada, Iosu. Iosu es el hombre de esta relación.

La verdad es que cualquier persona me podría preguntar que qué me importa a mí la relación de esos dos hombres con esa chica y le tendría que contestar que sí, que me importa y que además me importa dos veces, una como mujer y otra como ciudadana.
Como mujer debo denunciar todos aquellos mensajes y situaciones donde el sexismo está presente y como ciudadana porque lo podemos encontrar en un video, sí en un video, pero no de “Beldur Barik” sino en el video del Pleno del Ayuntamiento de Zalla del día 7-11-2012, precisamente el mismo día que en ese pleno se aprobó la Declaración Institucional de los Municipios Vascos con motivo del día 25 de noviembre “Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres”.

Señor alcalde, las mujeres de este pueblo no necesitamos que los hombres nos manden cosas bonitas. Las mujeres de este pueblo, concejalas o no, necesitamos respeto, respeto como personas y respeto como mujeres. Necesitamos herramientas para concienciar a la ciudadanía de estos agravios, para concienciar a quién agravia y que sepa que no es gracioso y para concienciar a la agraviada para que diga NO, NO VOY A CONSENTIR QUE ME TRATES ASÍ, para que diga RESPETAME.
Esa chica, sin nombre, es una concejala en el ejercicio democrático de representar a la ciudadanía que así lo ha decidido, igual que usted, señor alcalde. Además de concejala es portavoz de un grupo político, y no coincidiendo para nada en los planteamientos socio-económicos y políticos de ese grupo, no puedo dejar de reconocer que es la única voz de mujer que se escucha en la Corporación. Ya ve, señor alcalde, cosas de la Ley de Paridad, siete concejales y sólo una es mujer.

Y no se preocupe tanto por nosotras, que sí sabemos lo que queremos, y si en algún momento deseamos que alguien nos mande cosas bonitas, hombre o mujer, así se lo haremos saber a nuestra/o destinataria/o. Pues sí, en eso también decidimos nosotras.
Y por supuesto que nos gustan las cosas bonitas, ¿y a quién no? pero no porque seamos mujeres sino porque las cosas son bonitas. ¿A usted no?

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